Poca cosa. Por la mañana, visita a mi imprenta de confianza, todo muy bien. Llevaba la cámara en el bolsillo de la chaqueta, así que me entraron ganas de fotografiarlo todo; no lo hice por vergüenza, todos estaban demasiado atareados. Lo que sí, hice otras fotografías de camino: aunque fea, la ciudad lo intenta, la pobre.