Homero era analfabeto

Imagen de Zoroastro en Clavis Artis, un manuscrito de alquimia del siglo XVIII. Biblioteca dell’Accademia Nazionale dei Lincei, Roma, vol. 1, p. 3.

Se veí­a venir. Leo a Julio Camba, haciendo un elogio del analfabetismo en La ciudad automática, 1934:

«No hay que homologar el analfabetismo a la estupidez. (…) La cultura no aminora la estupidez de nadie. Puede aminorar el entendimiento, eso sí­, pero nunca la estupidez, para la que constituye, en cambio, un instrumento precioso. Por mi parte opino que en España sólo los analfabetos conservan íntegramente la inteligencia, y si algunas conversaciones españolas me han producido un placer verdaderamente intelectual, no ha sido tanto las del Ateneo o la Revista de Occidente como las de esos marineros y labradores que, no sabiendo leer y escribir, enjuician todos los asuntos de un modo personal y directo, sin lugares comunes ni ideas de segunda mano.

»Convendrí­a dejar ya de considerar el analfabetismo español como una cantidad negativa y empezar a estimarlo en su aspecto positivo de afirmación individual contra la estandarización del pensamiento.»