Sin tiempo

Sin tiempo para nada; lo más bonito que he visto últimamente es el posavasos que está junto a mi teclado.

Ayer me gustó leer, en esos cuadernos de pintura que creo que regalan en Público, el sistema de gtd avant la lettre de Rubens: se levantaba a las cuatro de la madrugada, iba a misa, trabajaba varias horas mientras un empleado le leí­a textos clásicos latinos (una especie de itunes, vaya), comí­a frugalmente, cabalgaba por los campos que circundaban Amberes (¿serí­a esto como ir al gimnasio?) y volví­a a casa para cenar con la familia, amigos y mecenas.