Sobre Burke

Leyendo a Burke, pienso en si será acertada esta observación de Alasdair MacIntyre:

«Un rasgo altamente sorprendente de las controversias morales y polí­ticas del mundo moderno es el grado en que los innovadores, los radicales y los revolucionarios reviven las viejas doctrinas, mientras que sus oponentes conservadores y reaccionarios son los inventores de las nuevas.»

Un ejemplo: para Burke los «filósofos parisienses» que tanto desprecia en sus experimentos («tratan a los hombres en sus experiencias ni más ni menos como lo harí­an con ratones en una bomba de aire o en un recipiente de gas mefí­tico») son nihilistas que, mediante un acto de destrucción, buscan una nueva vida social. Sin embargo, ¿no se podrí­a pensar que fue el zar Nicolás el verdadero nihilista? ¿Qué tiene que ver ese gobernante con la Tradición, con la sutil armoní­a de las costumbres? Fue ese zar el que liberó a los campesinos de su servidumbre (cosa que no les favoreció mucho) y el que destruyó instituciones agrarias comunitarias tí­picamente rusas; y fueron los bolcheviques los que, a su manera particular, recuperaron el orden tradicional. ¿No será que son a veces los revolucionarios los que salvan el viejo orden social del mantenimiento destructivo de ese mismo orden por parte de los gobernantes? Entonces, ¿qué diferencia hay entre un revolucionario y un reaccionario?

La fotografí­a de arriba es de un condenado esperando su ejecución, en Siberia, 1891.